LA PREGUNTA QUE NUNCA SE QUEDA


Por: © (William Santiago)

La gente a veces tiende a ser muy mal educada... y que conste, ser mal educado no solo atañe a violentar algunas reglas de cortesía ya acostumbradas a saber... no, la mala educación es algo más que eso.

Por ejemplo, es de muy mal gusto, que usted ante la muerte de alguien, su única sorpresa y/o reacción sea aquella de preguntar: ¡Y de qué murió!

Pues murió de algo, de algo pudo haber muerto, se muere uno hasta de un tropezón como dicen los "viejos", de lo que haya muerto, es lo menos importante en ese momento de dolor... pues en tales momentos de angustia, los familiares necesitan de solidaridad o de un mensaje de esperanza... no preguntas tontas.

Y ni hablar de otras torpezas propias de la incapacidad del ser humano, para saber apreciar en qué momento y cuándo se deberían hacer unas y otras preguntas.

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