Floriana Febles Rivera (Mujeres de la Independencia)

Floriana Febles Rivera. Mujer extraordinaria y de espíritu fuerte como esas mujeres admirables de la biblia, digna de ser glorificada por el mármol impoluto. Su memoria reclama hacía ya largos años el tributo de una ofrenda de amor y de recordación perenne en la blasonada villa donde se meció su cuna.

Sus servicios a la causa separatista están consignados de manera enaltecedora y en nuestros gloriosos anales. Y no solamente la sirvió con su persona, sino también con sus haberes.
Ella y su madre confeccionaron los cartuchos que fueron repartidos a las tropas de el Seibo y fueron el vínculo de comunicación de sus esposos, Pedro y Ramón Santana, cuando estos permanecían ocultos preparando el golpe libertador en la región del este.

Así lo consignó don José María Veras en interesante artículo publicado en el “Eco de la opinión” de esta ciudad el 18 de mayo de 1889.

Doña Floriana Febles nació en Villa de Santa Cruz de El Seibo en el año 1814, hija legítima de don Miguel Febles Vallenilla, distinguido Prócer de la reconquista, que combatió bizarramente en la batalla de Palo Hincado, fallecido en el Seibo el 12 de diciembre de 1824 y de doña Micaela de Rivera y Soto.

Doña Froilana Febles contrajo nupcias en su ciudad natal el 21 de septiembre de 1829 con Ramón Santana Familias, hermano de Pedro Santana, con quien tuvo los siguientes hijos: Manuel, en 1833, Francisca y Rafael.
Éstos fueron los que llegaron a grandes, pues hubo otros que murieron en la infancia.

Viuda por el fallecimiento del General Ramón Santana, ocurrido el 15 de junio De 1844, doña Floriana contrajo segundas nupcias en el Seibo el 19 de enero de 1851 con Ramón Pérez Almanzar de cuyo matrimonio hubo los siguientes hijos: Nicanor, Pedro Alejandrino y Eloísa. Esta casó con el general Julián Zorrilla.

Nicanor aunque no fue político militante, ocupó varios cargos de importancia al igual que Pedro, que ocupo una Secretaría de Estado y la gobernación de las provincias orientales.

El General Pedro Santana sentía paternal afecto por doña Froilána,su hija política y su cuñada a la vez.
En los dos testamentos suyos que se conocen, hay bellas pruebas de ese afecto al cual correspondió notablemente doña Froilána, quien el 9 de enero de 1879 exhumó los restos de Santana del patio de la fortaleza Osama y los depositó en la iglesia rectoral de Regina.

El acta notarial de este acto de piadosa devolución filial, levantada por Pérez, notario público de esta ciudad, comienza así:

“ En la ciudad de Santo Domingo, a los nueve días del mes de enero en 1879,35 de la independencia y 16 de la restauración, yo, Joaquín María Pérez, notario público, nombrado y juramentado para esta ciudad, con mi residencia en ella, y a requerimiento de la señora Floriána Febles, viuda Pérez, natural y residente de la ciudad del Seibo, accidentalmente en esta, por sí, y a nombre de la sucesión del finado general Pedro Santana, que murió el 14 de junio del año 1864, y su cadáver fue sepultado en el patio de la entrada principal de dicho cuartel, entre uno de los ángulos del polvorín del al costado norte y el escalaplán que queda bajando al fuerte llamado de la Plataforma y previo permiso de Monseñor el arzobispo de la arquidiócesis y del municipio de esta ciudad”.

A este acto asistieron el presidente de la República, general Cesareo Guillermo, sus ministros y otras personas notables entre las cuales figuraban el padre Billini, Luis Hernández Brea y otros.

Durante la administración de los seis años, doña Froilána Febles fue expatriada y residió en Puerto Rico.

Allí adquirió algunos conocimientos de medicina y de farmacia y a su regreso se dedico a la venta de medicinas en el Seibo y hacía de médico.

Rodeada del cariño y el respeto de todo un pueblo, falleció en su ciudad natal el día 29 de julio del año 1888, siendo sepultada bajo las bóvedas de la iglesia parroquial, donde una lápida, ofrenda de amor filial, cubre sus restos.

Texto: Vetilio Alfau Durán
Libro: Mujeres de la Independencia

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