Hoy se conmemora el 180 aniversario de la Batalla del 30 de marzo, un gran enfrentamiento en el que las Tropas Dominicanas obligaron a los soldados del general haitiano Jean Pierrot a retirarse del País.
En este combate encabezado por los generales José María Imbert y Fernando Valerio, el joven ejército independentista venció nuevamente al ejército haitiano, el cual había invadido la República tras su derrota en la Batalla del 19 de Marzo, en Azua.
Cientos de soldados dominicanos vencieron con energía a unos 10 mil del ejército haitiano, convirtiendo esta batalla en una de la de mayor magnitud después de la ocurrida en la región Suroeste.
“El triunfo dominicano en Santiago fortaleció la fe del pueblo en sus aspiraciones liberales y constituyó un gran estímulo a favor de la identidad nacional de todo el colectivo, que ya había comenzado a asimilar la idea de tener un Estado propio, que desde el 27 de febrero de 1844 se llamó República Dominicana”, dijo el historiador Juan Daniel Balcácer.
El pueblo quedó convencido de que era capaz de defender su independencia y que la superioridad numérica del ejército haitiano no podía imponerse sobre la determinación de la gran mayoría de los dominicanos de mantenerse libres e independientes de toda dominación extranjera.
Previo a la batalla del 30 marzo producida en Santiago en 1844, los aguerridos dominicanos realizaron un proceso de preparación que consistió en obtener dinero para la compra de armas.
Gracias a la asistencia del Padre de la Patria, Matías Ramón Mella y Pedro de Mena pudieron obtener donativos de personas acaudaladas de Santo Domingo y Santiago.
El presidente haitiano Charles Herard dispuso que una imponente invasión miliar, encabezada por él mismo penetrara a territorio dominicano con el fin de mantener la unidad de la República Haitiana sometiendo a la obediencia a los hispanos del Este, que así llamaban ellos a los dominicanos.
Mientras que por el país lucharon los generales José María Imbert y Fernando Valerio López, acompañados de los oficiales Achille Michell, Pedro Eugenio Pelletier, Román Franco Bidó, José María López, Lorenzo Mieses, José Nicolás Gómez, Ángel Reyes, entre otros valientes militares.
Tres días antes de esta lucha, la Junta de Gobierno, presidida por Tomás Bobadilla, llamó a José María Imbert, quien era comandante de operaciones en Santiago para que organizara un contraataque a los haitianos.
Las luchas que se libraron sobre el territorio nacional para consolidar la Independencia Nacional representan un ejemplo para los demás pueblos, tal y como lo expresara uno de los Padres de la Patria.
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